George Steiner es uno de los
intelectuales más famosos y leídos de la actualidad. Nació en
París (1929). Pero no es francés aunque ésta sea su lengua
nativa. Habla, también, alemán, inglés, italiano, en una palabra,
es políglota. Estudió y obtuvo la nacionalidad estadounidense.
Profesor de las universidades de Stanford, Nueva York y Princeton,
aunque su carrera académica se ha desarrollado principalmente en
Ginebra. Ha escrito varios libros dedicados a los problemas centrales
de la cultura. Entre ellos, Después de Babel, Antígonas , La
muerte de la tragedia. Publica en los periódicos más
influyentes de Europa y América.
Steiner nos da la oportunidad de
conocer la trayectoria de su vida y trabajo intelectual en un libro
reciente Los logócratas.( Ediciones Siruela . España.20ll ),
a través de algunos de sus más brillantes ensayos y entrevistas,
incluyendo un relato de ficción, “A las 5 de la tarde”, que de
ficción tiene poco, pues es la descripción de la terrible
violencia mafiosa en Medellín, Colombia. La obra se inicia con un
ensayo filosófico sobre De Maistre, Heidegger y Boutang, este último
bastante desconocido, entre otras razones, por su contenido esotérico
y misterioso.
Se ocupa de Walter Bejamin uno de los
filósofos marxistas menos leído por sus correligionarios. Una
mezcla de marxismo y de judaísmo, de materialismo e idealismo. Perteneció a la Escuela de Frankfurt, discípulo de Adorno. Y cuya
muerte trágica en Port Bou, la frontera entre Francia y España,
nos conmueve a todos. Se suicida la víspera de intentar atravesar
los Pirineos, huyendo de la Gestapo, que lo perseguía por ser judío
y comunista. Benjamin afirmaba que la secularización del judaísmo
se había logrado en la modernidad a través de Marx, Freud y
Einstein. Pero también por el patrimonio de una burguesía alemana
emancipada para la cual Goethe significaba la esperanza humanista
europea. El lado materialista de Benjamin lo lleva a acuñar el
aforismo : “Mientras haya mendigos, habrá mitología”
Las concepciones filosóficas y
políticas de Benjamin son ejemplo de la variedad de posiciones
ideológicas que dan origen a diversas corrientes del marxismo,
después de la muerte de los fundadores del movimiento comunista, a
partir de 1848. Diversidad que se ha acentuado en los tiempos
actuales, con múltiples actitudes revisionistas, que si bien en
algunos casos pueden desvirtuar tesis básicas de dicha doctrina, en
otras la enriquecen y ponen al día.
Esta obra de Steiner contiene algunos
ensayos sobre el Libro, como “Los que queman libros…” “El
pueblo del libro”, “Los disidentes del libro”, que destacan su
importancia a lo largo de los siglos, desde las tablillas de los
sumerios hasta la etapa electrónica que vivimos. Anota que cada vez
se leen más libros on line. Ochenta millones de volúmenes
de la Biblioteca del Congreso, en Washington, están disponibles
solamente por medios electrónicos. Nadie por bien informado que
esté, puede predecir lo que sucederá con el concepto mismo de
autor, de textualidad, de lectura personal.
Steiner que es judío, reconoce que
pertenece a uno de los pueblos del libro. Bella y certeramente
escribe: “Nuestra verdadera patria no es un trozo de tierra
rodeado de alambradas o defendido por el derecho de las armas; toda
tierra de este género es perecedera y precisa de la injusticia para
sobrevivir. NUESTRA VERDADERA PATRIA ha sido siempre, es y será
siempre un texto, (se refiere al Torá). Destaca la fuerza y
el poder del libro; por ello los déspotas no gustan de ellos. Sin
embargo, no debemos olvidar que el libro, en última instancia, en su
esencia, es también un artificio, creado con los sueños y
realidades de los hombres.