Por: José Arizala
Se ha dicho que en Francia el siglo XX es el siglo de Jean-Paul Sartre. Si bien este fue el más brillante, no el único que mantuvo en alto la antorcha de la filosofía en el país galo. Por lo menos una docena de filósofos de primera línea sobresalieron entonces, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial.
Alain Badiou, de la última camada de estos pensadores, ha publicado un breve libro (2008) en el que recoge su testimonio sobre estos filósofos con los que convivió, discutió , quiso y que tanto aportaron a que muchos de sus compatriotas y lectores de otros países, incluyendo los nuestros, formaran sus visiones del mundo.
Desde Jacques Lacan (l901- 1981) hasta Francoise Proust (1947- 1991), pasando por Sartre, Althusser, Deleuze, Derrida, Foucault, Lyotard. 14 en total. Apenas unas páginas para cada uno. El título del libro: Pequeño panteón portátil (Fondo de Cultura Económica, Argentina, 2009).
Páginas del autor escritas en momentos y motivos distintos. Badiou fue profesor de filosofía de la prestigiosa Escuela Normal Superior (ENS), hasta la edad de jubilación. Aunque hay cierto análisis de las obras de los autores reseñados, dada la brevedad de los textos, se refieren principalmente a la vida de los filósofos, anécdotas y el trato amistoso tenido con ellos. Escritos a propósito de homenajes o de su muerte, pero suficientes para dar una idea de su talante y aporte al pensamiento europeo y universal. Tuvimos la oportunidad de escuchar, en Bogotá, una conferencia de Badiou en la Universidad Nacional de Colombia hace algunos años, en un seminario sobre la filosofía francesa contemporánea.
Sartre murió en 1980. Después de los Acontecimientos de Mayo del 68, Sartre radicalizó sus posiciones políticas, convirtiéndose en un activista al lado de los grupos comunistas que proclamaban a Mao como el líder de la revolución mundial, secundado por el propio Badiou. Por ello el texto dedicado al autor de la Crítica de la razón dialéctica se refiere principalmente a las reflexiones sartrianas de ésta época militante: la lucha, el Partido, el problema de la violencia política, la revolución.
Jean Hyppolite fue un filósofo profesional, dedicado a la enseñanza, traductor de Hegel al francés, con tal precisión y brillantez que más de un profesor alemán consideraba su versión de La fenomenología del espíritu, mejor que el libro original de Hegel, “hizo de él un monumento, algo completamente nuevo” (Junger Brankel). Fue un importante historiador de la filosofía. Una de sus características era la forma como la enseñaba: en tiempo presente. Las categorías del pasado las actualizaba convirtiendo la filosofía en algo vivo e interesante. Preocupado por los sucesos de su tiempo. Le daba gran importancia a la literatura, conocedor de las novelas contemporáneas y de la poesía: Valery, Claudel…
Louis Althusser era el caso diferente. Filósofo militante, miembro del Partido Comunista Francés. Después de Stalin se propuso restaurar al marxismo en los rieles “ortodoxos”. Produjo obras importantes como La revolución teórica de Marx. Recuperado de una enfermedad que le ocasionó hechos trágicos, escribió una autobiografía estremecedora El provenir es largo. El artículo de Badiou sobre Althusser es uno de los más originales y densos que se han escrito sobre este autor.
En aquella tarde miles de jóvenes rodeaban, sin poder entrar, al Auditorio León de Greiff, porque estaba a reventar. Jean-Francoise Lyotard, comenzó su intervención diciendo: “Creo que ha habido un equívoco: yo no soy una vedette sino un filósofo”. ¿Por qué tanto interés, tanta expectativa? No sé. Probablemente la mayoría de los asistentes no había leído sus libros, pero quizá estaba enterada de que se trataba de un filósofo “pos-moderno”. Quizá los jóvenes colombianos de fin de siglo querían algo nuevo, que fuera más allá de la sociedad en que vivían y padecían. Esperaban encontrar en sus palabras un camino…Lyotard le había dedicado l5 años al combate político, con su grupo “Socialismo o barbarie”. Entonces él creía que “la política lo era todo (y) sentido el más intenso amor por la abnegación política”, dice Badiou. Luego había comenzado a descubrir que el marxismo es un discurso “vagamente anticuado”, pero “¿Cómo resistir sin el marxismo?”, se pregunta Lyotard.
Michel Foucault es descrito así : “Un sabio, en la excelencia del término, lleno de humor, modesto, capaz - cuando la ocasión la requería – de una gran violencia racional… Hay que mencionar el racionalismo de Foucault”.
Todos los filósofos incluidos en el libro por Badiou han muerto. Algunas de sus tesis sobreviven en medio de las hecatombes del siglo XXI.