jueves, 10 de mayo de 2012

Camino de la izquierda colombiana


“Colombia en los últimos 60 años ha tenido guerrillas fuertes y partidos de izquierda débiles, muchos y muy divididos”. Con estas categóricas palabras el historiador Jorge Orlando Melo inició su columna de El Tiempo (Los dilemas de la izquierda ( 28 / 4 / 2012 ). El momento político en que ha sido escrita es oportuno, pues surge cuando asistimos a un nuevo intento de la izquierda de re-estructurar sus fuerzas dispersas y erráticas.

La tesis central del artículo toca el punto decisivo: ¿para avanzar debe abandonar la lucha armada o perseverar en el intento? Si se crean nuevas organizaciones o movimientos que aglutinen los diversos grupos y si se aspira a conformar un partido unido de izquierda, poderoso en número de militantes y claro en sus objetivos inmediatos, debe decidir si transita por una vía desprovista de violencia armada o insistir en ella, para la toma del poder, .l Si retomamos la afirmación de Melo de que la debilidad actual de la izquierda colombiana se debe a que está vinculada a la guerrilla, concluiremos que el camino fructífero es el pacífico, el de las luchas constitucionales y legales.

El historiador nos recuerda la afirmación de Gilberto Vieira en la entrevista que le concedió en l988 a la ideóloga Marta Harnecker: “Reivindicamos como justa la lucha armada y estamos también en la vía que llaman pacífica”. Una clara formulación en favor de la combinación simultánea de la lucha armada y la lucha legal. En mi opinión, 24 años después, los hechos demuestran que era una combinación equivocada de las formas de lucha. Y que es hora de la izquierda de cambiar la estrategia. Buscar la paz, sin que esto signifique una rendición ante el poder gobernante, pero sí el compromiso de las partes de respetar honestamente los acuerdos que se pacten en una negociación.

Hemos sido sorprendidos con la aparición de “La marcha patriótica”. Una enorme manifestación en la Plaza de Bolivar de Bogotá, con gentes venidas de todas las regiones de Colombia y de diversas condiciones sociales y etnias, si bien con objetivos poco claros, salvo la inconformidad social y el anhelo de cambio. Pasará algún tiempo para que podamos conocer el contenido de sus ideales políticos, su equipo dirigente y su verdadera posición frente al problema del conflicto interno que enfrenta a nuestra sociedad desde hace décadas.

Esperamos que la llamada “Marcha Patriótica” contribuya a lograr la paz en Colombia y encauce sus luchas por la vía democrática, pues repetir la trágica experiencia de la “Unión Patriótica”, conduciría a la izquierda a una derrota prolongada.

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