domingo, 17 de junio de 2012

El universo de Kant (XXV)


Pocos filósofos – aunque es una cualidad de la filosofía – han abarcado tanto horizonte como Manuel Kant. Su mirada logró envolver el espacio cósmico y encontrar en este las claves de su formación y desarrollo. Apoyándose en los descubrimientos matemáticos y físicos de Newton y Laplace, Kant afirma que los astros y las estrellas que pueblan el universo no son creación directa de Dios, sino derivados de nebulosas incandescentes que se transformaron  en masas sólidas o gaseosas que giran por el espacio.  En uno de los planetas ha surgido y habitado una extraña y hasta ahora única especie de seres inteligentes, llamada humana.


“La segunda parte de la filosofía de Kant es la más celebrada y reconocida por los filósofos idealistas, pues su tema principal es el de la moral y la ética.” 


Esta preocupación convierte a Kant, en la primera etapa de su pensamiento, en un estudioso e investigador de las ciencias naturales .Por ese entonces comienzan a aparecer  ciencias especializadas, como la geología, la embriología, la fisiología vegetal y animal, la química inorgánica y orgánica, hasta llegar hoy a la física atómica, que significa un avance enorme en el conocimiento de la materia. En este período Kant escribe uno de sus primeros libros, Historia natural universal y teoría del cielo ( l755), dedicado al estudio del sistema  solar. Dando comienzo con él a la historia de la Tierra. Presenta las primeras hipótesis sobre el origen de las mareas  y la velocidad diaria de la Tierra en el espacio, fundamentando algunas de las tesis de Copérnico y Galileo En antropología expone la  idea de la historia natural de las razas. Engels anota que por primera vez Kant hizo temblar la tesis de que no existía historia alguna de la naturaleza.

En la filosofía de entonces (no solo la kantiana), predominaba la afirmación  de que las leyes mecánicas regían la materia y que lo existente tenia una sola causa, Dios.

La segunda parte de la filosofía de Kant es la más celebrada y reconocida por los filósofos idealistas, pues su tema principal es el de la moral y la ética. Con  sus trabajos sobre la Crítica: La crítica de la Razón pura, La crítica de la razón práctica y La Critica del juicio,  pasó a la historia del pensamiento humano.

 Kant entra al terreno del agnosticismo al distinguir “la cosa en sí”, del simple “fenómeno”. Es decir, que no podemos tener un conocimiento teórico de “las cosas en sí”, pues son cognoscibles solo los “fenómenos”. El pensamiento del filósofo de Königsberg es extraordinariamente rico y diverso y uno de los más profundos. Su análisis sobre los juicios distingue los juicios analíticos, de los sintéticos y  descubre los juicios sintéticos a priori, una síntesis de los anteriores. Muestra la existencia  en el hombre de tres facultades cognoscitivas fundamentales: la sensibilidad, el entendimiento y la razón.  O sea la facultad de sensación; el entendimiento, la facultad de conceptos y juicios; la razón, la facultad del pensar especulativo que se eleva hasta las ideas, que son conceptos de la razón sobre la unidad  absoluta de la condición de todos los fenómenos. Los juicios sintéticos a priori son posibles en la ciencia natural gracias a las categorías, conceptos del entendimiento independientes de la experiencia.

No tenemos espacio para referirnos  a otros aspectos de su mente prodigiosa, ni  a su espíritu al servicio del hombre libre. El mismo hizo de sí un retrato magistral, que citaremos a continuación : “Yo soy un investigador vocacional. Siento en mí la sed por conocerlo todo y la inquietud por extender mi saber, así como la satisfacción que me produce cada nuevo descubrimiento. Hubo un tiempo en el cual creía que solo esto podía dignificar a la humanidad y menospreciaba por ello al  vulgo ignorante. Rousseau fue quien me desengañó. Aquella deslumbrante superioridad se desvaneció y aprendí a honrar al ser humano. Ahora me consideraría el más inútil de los trabajadores, si no creyera que  mi tarea reflexiva puede proporcionar a los demás algún valor, cual es el establecer los derechos de la humanidad”.

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